viernes, 20 de noviembre de 2009

Asesinato de Silencio

Ahora que te necesito te ocultas con la noche
y no me importa tu locura cuando estás tan lejano,
Ni la letanía que me apunta a quemaropa
en lo más incendiario de mi cuerpo latente.

Se desdibujan trazos de retazos que fueron testigos
de lo incómodo de la permanencia, del estanque.
Las flores dejan crecer pequeñas raíces que te atoran la garganta.
Se enmudecen las palabras que adivino por el rabillo del ojo.

Y no puedo prometerte estar en casa si pasas,
tengo la cabeza llena de pájaros volados y canteros.
La zinguería se tapó, se inundó el lugar.
Voy caminando entre trastabilladas en botes hechos a medida
que no van con la corriente.

Ya no estoy en mi cuerpo cuando los ojos miran
desde el fondo mismo de la cabeza;
Ecos pueblan mis oídos;
Y cada tanto los ojos pispean si entendieron bien
las falsificaciones de la esperanza.
Y la llaman verde.

(Pero hoy me siento mas amarilla que nunca. Y viscosa.
Con ganas de morder con los colmillos y
taparme hasta las ganas)

Sí. Parecen eternas las repeticiones
que pasan en mi cabeza,
cientos de vinilos intactos,
vestidos con el plástico de la humedad.

Veo trepando por la ventana a una gota suicida
que me mira desafiante, vestida de arrabal.
Me confiesa mil razones lentas que crepitan
en el crepúsculo que ahora se tiñe de amarillo coral.

Todo lo llena, todo cubre y resplandece en medio
del suicidio sudoroso que intenta en mi ventana.
Las raíces planean brotar por entre los barrotes
que se cubren. Se destiñen.

Te voy a regalar un último suspiro
para llenar de aire tus pulmones;
y un último regalo para que recaiga a borbotones
sobre el lecho en que descansan los pliegues ya irremediables
de tanto llorar al deseo.
El último regalo cubierto de pañuelo blanco
para calmar a los suicidas,
que llevan tu nombre y los ecos que te pueblan
en las ùltimas horas.

La última palabra escrita para que retengan las pupilas
que se abren como abanicos girantes.
Para callar tu silencio con lo que se lee al reverso;
La letra chica;
Para que leas en tu pieza;
Cuando no puedas esconder más
lo que querés borrar en tinta y firulete;
Cuando no flameé mas la bandera de la sanidad
en tu cuarto que es azul.

El pueblo se tiñe como tus codos,
como tu aroma que siempre fue unísono,
perceptible hasta grabar entrañas
llenarlas de garabatos.

Cubiertas de besos las medusas pasan
por entre los puertos.
Anclan en el pueblo para el gran espectáculo.
Preparémonos bien, la escena está ya dada.
La línea final me pertenece.

Pero el silencio vale más que las palabras
cuando están vacías,
cuando son infames,
cuando acusan,
cuando remiten.

El silencio mata a mis palabras
que se creían tan pretenciosas y dueñas,
tan míseras y verdaderas
en el cajón de la ropa.
Se creían tan.
Las acorralo.

Se atoraron entre la ropa interior.
Se llenaron de sombras
amarillas musgo
ensordecieron
enmudecieron
mientras intentan revivir
y renacer en forma de sueños.

martes, 17 de noviembre de 2009

blaberío sin sentido aparente bis

Tengo un torbellino de palabras que no puedo descifrar, no puedo vomitar en un papel, en una forma contenida y sin límites; entonces ensayo mil catástrofes que imitan la verborragia. Lo intentan sin calentar primero. El calambre es inevitable.


Las palabras golpean ferozmente la puerta sin cerraduras y entornada queriendo escapar; y sin querer salen envueltas en metáfora y papel celofán para pasar desapercibidas y livianas. Indiscutidamente insatisfechas por no llamar a las cosas por su nombre. Por cumplir su cometido personal y sin definición de penal.


Se plasman mil maravillas de la naturaleza, y el recuerdo de un sol que se eleva y se convierte en hombre al mediodía; en muerte y cenizas. Muere sí, junto al amor por la noche y la soledad. Escandalosa manera de salvajismo hermético.


Los pensamientos se van y vuelven y se transforman y se comprimen. Se editan, se alargan sin sentido... Algo me están escondiendo.

Sucio y macabro juego del blaberío sin sentido aparente.

Y la tinta se destiñe; y se abre en abanícos.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Payasito

Te recuerdo payasito mío vestido de mil colores. En todas tus máscaras guardabas una sonrisa que con los años se hacía más difícil de encontrar.
La sed de niño se fue sin ser saciada en ningún puerto en que varaste; jugando con el baldecito de plástico y la mosca, a pescar al mayor secreto del mundo del mar.
Entre las sábanas se oía una plegaria repetida hasta la falta de sueño. Y cada año era más fuerte y afinada.
Cabecita eternamente cubierta de corales remando entre algas marinas y bosques. Y cada árbol tuyo tenía inscripta la sabiduría que brotaba a borbotones junto a la savia.
Una voz despreocupada en apariencia se mece junto al viento, mientras jugás a capa y espada a ser el capitán de títeres malevos y de plastilina.
Y esos ojos grandes de almendra que se tiñen de melancolía; se miran las manos vacías y llenas de vida.
Mi querido payasito te recuerdo noche y día, meciéndote en la hamaca del zaguán, leyendo una crónica y pensando matavillas.
Escucho la música que fluye de tus venas a través del marco de una puerta; y te imagino en unos años tomándome de la mano para ir a la playa cerca del faro.
Por qué caminos estaras viajando, entre caminatas abstractas y mundanas; y viendo la luz entre las persianas haciendo formas indefinidas; y jugando a pescar recuerdos en esta loca cabecita que maquina cuando se prende el farol, y ríe con las ocurrencias del único payaso al que no le teme.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Sobre Ruedas y Frenos

Fue lo imposible de poder traducir racionalmente, intenté decifrar los porqué, siguiendo los trazos de líneas; de caminos tan abiertamente recorridos por tantas personas, sino por todas...
Como un intento de salvaguardar mi ser. Como si fuera imposible rellenar el dibujo sin los crayones de todos colores. Imposible seguir adelante sin resolver la ecuación. Como si saberlo me hiciera mas verdadera, mas fiel a mi ser, como si se pudieran racionalizar todos los sentires, que no sabemos tampoco si son sentimientos, si son reacciones cerebrales, y nos preguntamos... y si me dejo llevar? Qué pasará? Se vendrá el mundo abajo? Se cumplirá la frase tan "clichemente" citada por quienes quieren vernos felices: "El que no arriesga, no gana"; "Si te dejás llevar, serás recompensado"?... Como si hubiese una ley que se aplica a todos! y me pregunto... si la hubiese, me haría todas estas preguntas?
Entonces hice un experimento extraño y común, y me convertí en un autito manejado por un inexperto principiante. Fluyendo en la carretera y parando cada 5 segundos por un ratito mientras pienso. Intento analizar cada pequeño detalle de esos 5 minutos en que anduve. Y siento que si no lo hago no voy a poder seguir sin tropezarme con todos los conitos de tránsito! Me agarra un ataque de pánico en cuanto pienso en una autopista.
Y miro alrededor y a los autos a mi costado creyendo fervientemente en una sola cosa.
Pensar en algo automatizado y no tener confianza en el recuerdo, en la sabiduría de devenires de años que no vimos con estos ojos.
Es entender al miedo como un pensamiento que no tiene acelerador sino eternos frenos.
Cómo cambiar un auto que no me sirve para viajar?

Mejor lo vendo y hago dedo

lunes, 9 de noviembre de 2009

El tiempo en forma de Moneda

Cómo combinar dos tiempos tan opuestos. Dos momentos tan desencontrados dentro de una misma moneda desdoblada en dos realidades que parecen completamente ajenas en un mismo universo. Compartiendo una materia, un peso; y separados por dos paralelismos, por dos lenguajes imposibles de traducir. Sin mirarse a los ojos. Cara o Seca.

Cómo esperar lo que no llega cuando cae la noche y hay que vivir un día a la vez?
Porqué las leyes del universo son tan simples y en la mente humana están vestidas de marañas y ecuaciones imposibles de resolver.
Pensaba que mi tiempo había llegado, y ahora que pasó siento la certeza hirviendo en la sangre que no era ni un cuarto. Siento ahora que lo veo lejano y desdoblado que puedo ver(me) pro primera vez en mucho tiempo.
Y es ahora que quiero gritar a toda esa gente que pasó cuando no los escuchaba, cuando no los sentía, cuando estaba entumecida; quiero gritarles que ahora sí!, que pasen por casa, que ahora que se fueron me acuerdo de mil anécdotas, que ahora soy libre del manto que tapaba mi boca tan seca como Purmamarca; que ya me acuerdo cómo, que ahora sí. Que llegaron en mal momento. Que mi libertad estaba tan coartada como mis palabras.

Ahora me acuerdo qué es lo que espero. Lo que sentía que esperaba con tanto esmero se transformó en viento, y cuando quise entonar se escapó en el laberinto de notas de otras canciones de otros autores. Lejos la ví, tan fuera de mí como si nunca me hubiese pertenecido, y tal vez así fue.

Tiempo limítrofe, punto de encuentro entre dos paredes, fronteras de alambrado, páramos, estrambre bien arraigado en el suelo de quienes se llaman dueños.
Agujas de ilusiones, de conocimientos ancestrales guardados en el inconsciente. Todo lo crea de la nada.
Las palabras brotan de entre los poros sin barricadas que las detengan, me escucho.
El tiempo es una ilusión igual que el espacio. Ambos creados por el hombre, por su inconformismo, sus miiedos, sus anhelos, razón y falta de ella, por amor, por pasión, por aburrimiento, por necesidad, en nombre de combatientes sin cara y sin latidos.
Fronteras contenidas, falta de vocación. Desbocarme es lo que quiero. Volcar el alma en un ademán sincero y sin intenciones ajenas, sin cara y seca.

"Fantasmas creados por nuestra propia imposibilidad para ser felices" dice en voz alta. Y de repente es arrasado por una tormenta eléctrica, y la imposibilidad se transforma en lo latente, en una oportunidad, en una invitación con los ojos cerrados y el tacto abierto. El mantra abierto.

Me despierto tumbada en el suelo mirando las nubes, segura que me olvidé de algo. Usando el tiempo y el espacio como una excusa para mantener mi mente ocupada y llena de sentidos aparentes, llena de ciudad.
Pregunto la hora, y me responden con una pregunta: ¿Cara o Seca?

El poeta ánima

Parece un ánima, el viento toca su pelo con la precisión de una cuerda afinada, una palabra a tiempo.
Parece distraído por cuentos que cuentan sus ojos, mientras adormece a las golondrinas aturdidas de tanta ciudad.
Alma flotante con cada paso de viento, de otro mundo, sin notarlo va. Manos abanico en los bolsillos. Sonrisa honesta naciente de las cataratas de aguas claras.
Altar imposible de evitar. Quién pudiera en tu lecho nadar.
Voz de sirena que canta con las ninfas de la noche;
Sin rumbo fijo, está en todo lugar, llena cada rincón de melodías que ningún género puede encasillar.
Locura que todos quieren, sienten arder dentro, sin ubicación, sin un lugar. Nace la admiración, y muere el fanatismo junto al alba.
Todo se desordena, se desorienta, se distrae, se mece, se revuelve, se remueve en un mar de cuerpos celestes.
El conocimiento mata a la ignorancia y a las ilusiones positivas de razón, pero hasta el más duro se deja llevar sin querer evitarlo por la corriente fluvial de aquel ser que no tiene condición.
Quieren escribir versos, pero las musas volvieron sin sinónimos ni mates para convidar;
Que será de este loco poeta que viene del más allá?
Un mesías renunció, y él no quiere su lugar.
Enseñame a vivir sin mas pretensiones, sin pedir más de lo que se quiere dar

La locura insana y con intenciones tiernas de querer un poco más, más que la mitad del entero.
Un cuarto con estrellas que duran 10 minutos, una guitarra española, un reloj que no funciona, un día en que es de noche, una casa vacía, un sueño que se abre, una mente que se adelanta sin ánimos de competir, una generala, una verdad masiva para enseñar a una desconocida. Un verso pobre y simple con dedicatoria, una promesa fácil de cumplir al infinito. Un termo inacabable. Dos buenos amigos. Una cama desecha. Una sonrisa entreabierta y un jazmín amarillo en la mano. Una sorpresa sin envoltura de papel regalo y moño en la otra. Un camino abierto, indefinido y cambiante como las caras de la luna. Un beso nacido del todo; y el poeta ánima.

(Escrito a fines de Julio.09 inspirado por un señorito que realmente parece un ánima con voz de sirena)

viernes, 6 de noviembre de 2009

Camino Nuevo, Tansformaciones Certeras

El sabor de los besos, el sabor de las mejillas
El olor que transita las neuronas y danza en la sinápsis que inevitablemente toca una fibra que evoca el recuerdo
El sonido a pasos apresurados, a pasos tímidos para no ser despertado, a corridas para llegar a un destino desconocido pero añorado por alguien
El olvido es tan inconmensurable como el paso del tiempo, y los latidos que se calman y suenan al compás del oleaje calmo de una noche de verano en la playa, cerca del faro
Calma y certeza, calma y fortaleza
Los pasos de titanio se convierten ante los ojos que no miran en pasos de ballet
Y escribo millones de cartas para seres de luz, algunos conocidos y otros casi fantasmales
Cierro las cortinas y mi privacidad se convierte en un mundo de colores que no sabía que tenía en mí
Los "Y si...?" dejan de tomar formas concretas a medida que el carácter toma una cada vez mas definida
y sentada te das cuenta que la perseverancia no siempre se lleva de la mano con la realidad, y ves caminando por la pared miles de bichitos que tienen forma de rompecabezas, y evocan y recuentan errores con sus patitas apresuradas, la tristeza pronto se disipa y se transforma en melancolía y certeza
Placeres pequeños en una taza de cafe revuelto, en una cama de domingo, en una guitarra afinada, en una tarde lluviosa, en un buen libro, en companía de amistad, en compáses de nueva música, en tranquilidad, en persona, se define, se toca, se moja, se revuelca, siente, lee, recuerda, agradece, saluda con un ademán galantesco y cierra la cortina para abrir la puerta para ir a jugar.