lunes, 9 de noviembre de 2009

El tiempo en forma de Moneda

Cómo combinar dos tiempos tan opuestos. Dos momentos tan desencontrados dentro de una misma moneda desdoblada en dos realidades que parecen completamente ajenas en un mismo universo. Compartiendo una materia, un peso; y separados por dos paralelismos, por dos lenguajes imposibles de traducir. Sin mirarse a los ojos. Cara o Seca.

Cómo esperar lo que no llega cuando cae la noche y hay que vivir un día a la vez?
Porqué las leyes del universo son tan simples y en la mente humana están vestidas de marañas y ecuaciones imposibles de resolver.
Pensaba que mi tiempo había llegado, y ahora que pasó siento la certeza hirviendo en la sangre que no era ni un cuarto. Siento ahora que lo veo lejano y desdoblado que puedo ver(me) pro primera vez en mucho tiempo.
Y es ahora que quiero gritar a toda esa gente que pasó cuando no los escuchaba, cuando no los sentía, cuando estaba entumecida; quiero gritarles que ahora sí!, que pasen por casa, que ahora que se fueron me acuerdo de mil anécdotas, que ahora soy libre del manto que tapaba mi boca tan seca como Purmamarca; que ya me acuerdo cómo, que ahora sí. Que llegaron en mal momento. Que mi libertad estaba tan coartada como mis palabras.

Ahora me acuerdo qué es lo que espero. Lo que sentía que esperaba con tanto esmero se transformó en viento, y cuando quise entonar se escapó en el laberinto de notas de otras canciones de otros autores. Lejos la ví, tan fuera de mí como si nunca me hubiese pertenecido, y tal vez así fue.

Tiempo limítrofe, punto de encuentro entre dos paredes, fronteras de alambrado, páramos, estrambre bien arraigado en el suelo de quienes se llaman dueños.
Agujas de ilusiones, de conocimientos ancestrales guardados en el inconsciente. Todo lo crea de la nada.
Las palabras brotan de entre los poros sin barricadas que las detengan, me escucho.
El tiempo es una ilusión igual que el espacio. Ambos creados por el hombre, por su inconformismo, sus miiedos, sus anhelos, razón y falta de ella, por amor, por pasión, por aburrimiento, por necesidad, en nombre de combatientes sin cara y sin latidos.
Fronteras contenidas, falta de vocación. Desbocarme es lo que quiero. Volcar el alma en un ademán sincero y sin intenciones ajenas, sin cara y seca.

"Fantasmas creados por nuestra propia imposibilidad para ser felices" dice en voz alta. Y de repente es arrasado por una tormenta eléctrica, y la imposibilidad se transforma en lo latente, en una oportunidad, en una invitación con los ojos cerrados y el tacto abierto. El mantra abierto.

Me despierto tumbada en el suelo mirando las nubes, segura que me olvidé de algo. Usando el tiempo y el espacio como una excusa para mantener mi mente ocupada y llena de sentidos aparentes, llena de ciudad.
Pregunto la hora, y me responden con una pregunta: ¿Cara o Seca?

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