jueves, 6 de noviembre de 2008

Viajero de la Noche

Viajero de la noche
Espía melancólico de senderos y rutinas
Observa a todos y no dice nada. En voz alta,
sabe muy bien que toda acción genera su consecuencia.
Interminable pacto y alianza con la ciudad
que tanto ama y odia; que es tan bella y tan mediocre, tan triste y monocromática,
La ciudad se tiñe de oro y plata, las sendas antes transitadas de polvo y arcilla, son ahora el pavimento que sostiene tus pasos.
Viajero incesante, mirás por encima de tus hombros y atravesás el alma de fantoche.
Vení, vamos que la noche invita, se llena de ruidos y de gente, de calamidades y de historias, de sin razones y amargura.
Pero tu soledad asumida no te engaña, sólo te dejas seducir por un instante.
Se llena y alumbra de ruidos y fantasmas, de gente conocida y extraña que se repite cada mañana y cada noche, mientras los miro por la ventana de mi habitación.
Vamos, quiero ver dónde tus pasos terminan.
No tengas miedo, la ciudad nos envuleve, casi con disimulo, en el vaivén de un mar de personas; que son tan parecidas, tan similares a vos, pero a la vez...
Tu filosofía de antihéroe mella casi peligrosamente con tus ojos, no dejes de ver las mentiras que nos creamos, con la esperanza que nos dejó Pandora, de que por la mañana las cosas sean a veces y no siempre diferentes.

1 comentario:

daniel! dijo...

Uhhhh nena me dejaste sin palabras con esto, es brillante.

besos Julia, espero que estés bien!
un día de estos nos hablamos por ahí